Bombillas solares, de la innovación a la sostenibilidad
Artículo revisado por el Comité
Durante las pasadas fiestas, un árbol navideño decorado con bombillas solares reivindicó en la Ribera Sacra la necesidad de seguir apostando por las energías renovables.
Un total de 75 metros de luz fueron extendidos por el colectivo gallego Amigos da Terra en la Pena Rubia, la muralla de origen natural que concluye en el río Sil. Toda una acción simbólica que, con el suministro de la información adecuada, puede ayudar a la ciudadanía a convertir el entorno urbano y doméstico en un lugar receptivo y abierto a este tipo de aparatos.
Gracias a esta campaña navideña, todos los vecinos y turistas que hasta el 26 de diciembre pasearon alrededor de la Ribera Sacra pudieron comprobar cómo estas bombillas fotovoltaicas se convertían en un adorno más crítico que luminoso. Y es que éste fue justamente colocado al lado de la instalación de presas hidroeléctricas de la empresa Iberdrola, que junto a otras ha convertido la cuenca del Sil en una de las zonas nacionales que mayor explotación hidroeléctrica soporta. La iniciativa, precursora de un cambio necesario, apunta hacia la generación de una energía que respete en cualquier caso el medio en el que nos encontramos.
A diferencia de lo que ocurre con las bombillas tradicionales, que esperan el paso de la electricidad a través de su engranaje para producir luz, en el caso de las bombillas solares la energía se obtiene de una fuente bien distinta. Éstas alumbran gracias a la energía solar que se ha ido acumulando a lo largo del día, proporcionando a su vez una iluminación completamente limpia y respetuosa con el medio ambiente. Este tipo de sistemas, que podrían llegar a incorporarse a los paneles luminosos o incluso a las señales de tráfico, también tienen cabida en el uso doméstico. De hecho, en la actualidad existen algunas lámparas o flexos que en su funcionamiento ya incorporan combinaciones de paneles solares y diodos de emisión de luz o LEDS, por lo que se trata de aparatos que no requieren en ningún caso de electricidad para alumbrar. Estas pequeñas placas fotovoltaicas pueden cargarse en el exterior durante todo el día, proporcionando con posterioridad la fuente de energía suficiente para producir la luz que necesitamos.