Energía solar desde el espacio
Artículo revisado por el Comité
Paneles fotovoltaicos podrían llegar a la luna para generar energía y mandarla a la tierra.
La energía solar espacial parte de un concepto muy sencillo y que es instalar unos paneles solares en órbita geoestacionaria, a unos 35.000 kilómetros de la tierra y transmitir a una estación en la tierra mediante láser o microondas la energía lograda. Esta idea proviene de los años 70, aunque en esa época tuvo que dejarse a un lado debido al alto coste económico de la misma. En la actualidad se ha recobrado el interés en ella debido a la continua búsqueda de nuevas energías y al avance de la tecnología.
Con la energía solar espacial se dispondría de luz casi las 24 horas del día sin que influyan las nieves o el mal tiempo, y teniendo además la capacidad de obtener ocho veces más energía que los paneles solares terrestres. Según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, un kilómetro cuadrado de paneles solares en el espacio proporcionaría un año más de energía que todas las reservas de petróleo conocidas. Un dato asombroso. Se trata además de una fuente de energía limpia, inagotable, flexible y totalmente segura, ya que no harían falta redes eléctricas y los apagones serían prácticamente inexistentes aún en condiciones realmente duras.
Por todo lo anterior, se están llevando a cabo varias iniciativas en Estados Unidos para estudiar su viabilidad, e incluso la NASA dispone de un proyecto en el que baraja 23 propuestas diferentes para poder establecer la viabilidad económica de intentar obtener energía solar desde el espacio. Para que sea un proyecto competitivo se deben conseguir componentes fotovoltaicos y electrónicos que tengan un gran rendimiento cuando están expuestos a altas temperaturas, sistemas de transmisión de la energía que sean precisos y seguros y lanzaderas espaciales de bajo coste para poder comenzar a instalarla en órbita. Sea como sea, seguro que en las próximas fechas hay más novedades en torno a esto.