El desarrollo tecnológico podrá equiparar el precio de la energía eólica
Artículo revisado por el Comité
Un informe elaborado por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables americano explica cómo podría ser la planta del futuro para conseguir una reducción en el coste de la energía eólica.
La energía eólica permite aprovechar la fuerza del viento para producir electricidad mediante aerogeneradores. La presencia de parques eólicos distribuidos por nuestra geografía muestra la importancia de este tipo de energía.
De hecho, desde el año 2007, más del 20 % de la electricidad que se produce en España procede de la energía eólica, situando a nuestro país en quinta posición en producción de este tipo de energía renovable, solo por detrás de China, Estados Unidos, Alemania e India.
Hace unos meses conocíamos un informe publicado por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables del Departamento de Energía de Estados Unidos que aventuraba que el desarrollo tecnológico podría reducir los costes que supone la instalación y mantenimiento de los parques eólicos, lo que, sin duda, repercutiría en el precio. De este modo, económicamente, este tipo de energía podría equipararse a otras igual de atractivas para el medio ambiente, como el gas natural.
Este informe da una fecha: el año 2030, momento en que la inversión tecnológica permitiría reducir el precio de esta energía renovable a casi la mitad.
¿Cómo se producirá esta reducción de costes?
El documento señala cómo podrá ser el parque eólico del futuro, una instalación tecnológicamente avanzada que ofreciera la integración de todos los componentes que forman este tipo de plantas, como las turbinas, los aerogeneradores, etc.
El objetivo no es solo que la energía eólica aumente su productividad, y, por tanto, sea capaz de producir más electricidad, sino también que la producción de energía que se genere se lleve a cabo de manera eficiente.
¿Cómo podría conseguirse esa integración? Por medio de la instalación de sensores y controladores que estuvieran conectados informáticamente. El informe prevé que el Gobierno sea el encargado de llevar a cabo estos avances tecnológicos para convertir a esta renovable en una verdadera alternativa de futuro, en una energía limpia, eficiente, inteligente y económica.
Esta optimización haría posible, obviamente, que el aumento de electricidad se incrementara de manera significativa. De este modo, la energía eólica sería realmente una apuesta de futuro cada vez más atractiva para los estados que deseen aspirar a ofrecer a sus ciudadanos una energía sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Las ventajas de todo ello son muy destacadas. Además de bajar los precios de la electricidad procedente de esta energía y de producir más potencia, se reduciría aún más el uso de combustibles fósiles. A todo ello habría que sumar la reactivación económica que supondría un desarrollo tecnológico de primer nivel en los parques eólicos: se podría generar más empleo, las poblaciones rurales podrían ver cómo su economía se ve beneficiada por la instalación de estas plantas en sus cercanías (desde el punto de vista humano y económico), aumentarían las inversiones de I+D+I en el sector tecnológico vinculado a las energías renovables…
Y todo ello sin tener en cuenta las ventajas que supondría para el planeta, ya que la energía eólica es la que más hace por reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esperemos que los Gobiernos se tomen muy en serio este desarrollo tecnológico y pueda abaratarse la producción de electricidad a través de la energía generada por el viento.