Balance neto: cómo potenciar la producción propia de energía
Artículo revisado por el Comité
Este trueque energético permite que el consumo de electricidad habitual se contrarreste con la cantidad de energía producida mediante los métodos renovables y sostenibles.
Gracias a la colocación de estructuras renovables como los colectores solares o los molinos de viento se ha favorecido y mejorado el intercambio de favor en el mercado eléctrico, bautizado como balance neto. Este trueque energético permite que el consumo de electricidad habitual se contrarreste con la cantidad de energía producida mediante los métodos renovables y sostenibles, ajustando así la factura final. A finales de 2011, España aprobaba un decreto en el que se ratificaban este tipo de regulaciones. Sin embargo, aunque sí se han realizado varios borradores al respecto, a día de hoy sigue sin existir una normativa que fije con corrección las condiciones técnicas del intercambio.
Constituye una forma esencial de aprovechar la energía producida en el propio hogar para disminuir el coste final de la electricidad utilizada a través de la red eléctrica habitual. A través del balance neto, el usuario cuenta con un instrumento ideal para el uso y el pago de este recurso, que permite que el consumidor produzca su propia energía para posteriormente restarla o compensarla con los saldos eléctricos consumidos.
La regulación de la energía mediante el uso del balance neto permite que los clientes estén interconectados con la red, vertiendo aquellos excesos puntuales de energía generada durante el año. Además, gracias a este proceso, se consigue una mayor democratización de la producción de energía, permitiendo que cualquier ciudadano de a pie genere en su propio inmueble la fuente de calor que necesita para mantener la temperatura de su vivienda o contrarrestar la demanda de energía que ésta necesita.
En 2011 se daba por aprobado un Real Decreto que fijaba la posibilidad de regular tanto las condiciones técnicas como económicas de las pequeñas redes de producción privada. No obstante, tras la elaboración de varios borradores sobre los conceptos de balance neto y autoconsumo, en la actualidad el intercambio favorece considerablemente a las compañías eléctricas. Cabe añadir que el autoconsumo sólo engloba aquellos ejercicios en los que se genera energía para el consumo propio.
El primer borrador de esta normativa fue realizado en febrero de 2012, en el que se establecía la posibilidad de poder vender la energía sobrante para descontarla del consumo habitual. El usuario disponía de un total de 12 meses para realizar este ejercicio y además debía abonar los peajes de acceso a la energía consumida. En el último borrador, presentado en julio de 2013, se regula el autoconsumo pero no se hace referencia en ningún caso al balance neto, añadiendo un nuevo peaje de respaldo para aquella energía autoconsumida no vertida en la red.
Supongo que este Decreto no afectará al montaje y uso en un punto que no esté conectado a la Red Eléctrica Nacional, como es en mi caso.