¿Quieres ahorrar energía en casa? ¡Aprende en pocos pasos!
Artículo revisado por el Comité
Como bien especifica la Organización Mundial de la Salud, el 24% de las enfermedades del mundo derivan de problemas relacionados con el medio ambiente, así como el 23% de las muertes.
Garantizar el buen uso y la conservación de este tipo de materias es cuestión de responsabilidad, por lo que resulta indispensable que desde casa aprovechemos al máximo todos los recursos y aprendamos qué forma es la más adecuada para ahorrar energía y reducir las emisiones de CO2. Este gesto no sólo nos ayudará a mejorar la situación medioambiental del entorno en el que vivimos, sino que en algunas ocasiones también reducirá el gasto final de algunas facturas como las del agua o las de la luz.
Cuando lavamos los platos bajo el agua corriente del grifo generamos un desperdicio considerable. Por este motivo es recomendable utilizar un par de barreños para enjabonar y aclarar por separado sin dejar que el agua corra innecesariamente. Y lo mismo ocurre con los electrodomésticos como las lavadoras o los lavavajillas, que deben estar completamente llenos antes de ser puestos en marcha si no queremos desperdiciar ni una gota de agua. Lo que desconoce mucha gentes es que para ahorrar energía también es necesario que en lugar de lavarnos las manos con agua caliente lo hagamos con agua fría, ya que de esta forma estaremos contribuyendo activamente a reducir las emisiones de CO2.
Desconectar televisores, ordenadores u otro tipo de electrodomésticos que se mantengan en reposo cuando están apagados es fundamental para seguir ahorrando energía desde dentro de casa. Cuando este tipo de aparatos permanecen enchufados a la pared y con el piloto rojo encendido, siguen consumiendo corriente y por consiguiente pueden llegar a emitir hasta 225kg de CO2 al año.
Otra de las soluciones que puedes adoptar en tu día a día para reducir la expulsión de dióxido de carbono y mejorar la salud del medio ambiente es la sustitución del coche por un vehículo más sostenible como la bicicleta. Cuando vas a dos ruedas ahorras combustible, haces deporte y además mejoras la calidad del aire que respiras.