La energía hidráulica, el poder sostenible del agua
Artículo revisado por el Comité
Este sistema aprovecha toda la fuerza producida por las corrientes de agua para generar el combustible eléctrico que necesitan los pueblos o las ciudades.
Una de las técnicas sostenibles más desarrolladas durante las últimas décadas tiene muy en cuenta al agua como eje productivo de energía, aprovechando toda la fuerza generada por sus corrientes para generar el combustible eléctrico que necesitan los pueblos o las ciudades. Conocer los puntos positivos y los aspectos negativos de la energía hidráulica es fundamental para saber a ciencia cierta ante qué tipo de energía sostenible nos encontramos.
Una de las principales características de este método de almacenamiento de energía natural es que se nutre de la fuerza del agua cuando ésta se abalanza desde distancias muy elevadas. Al generarse la caída, provocada por unas condiciones geográficas adecuadas y reforzadas por la mano del hombre, el agua pasa por una serie de turbinas que ruedan a gran velocidad. La descomunal fuerza que se desprende de esta acción da lugar a un movimiento de rotación imprescindible en este tipo de sistemas enérgicos, que conectados a varios generadores acaban produciendo la electricidad de la que tanto nos beneficiamos.
A diferencia de otro tipo de energías sostenibles, la energía hidráulica precisa de unas condiciones ambientales que no pueden encontrarse en todos los puntos geográficos del planeta. Es más que necesario que la zona presente una cantidad de agua abundante, que tras el posterior paso por la instalación hidráulica, conformada por pantanos, presas y turbinas, volverá a seguir de nuevo el curso natural del río. Esta característica influye en una de las principales ventajas de este tipo de energía, sobre todo porque se trata de una instalación que no precisa de grandes mantenimientos y que presenta una larga vida útil. Además, gracias a sus propiedades estructurales, las centrales hidroeléctricas permiten almacenar grandes cantidades de este recurso renovable, que en ocasiones puede aportar el excedente de demanda energética que cualquier territorio necesita.
La alta rentabilidad energética de esta fuente de combustible natural contrasta drásticamente con uno de los principales debates entorno a la construcción de presas hidráulicas. De hecho, una de las principales desventajas que se sitúan alrededor de este tipo de instalaciones es precisamente el impacto negativo que generan sobre el entorno ambiental en el que se encuentran, modificando en muchos casos el hábitat de la flora y la fauna del lugar.