Sensores piezoeléctricos: la nueva energía alternativa
Artículo revisado por el Comité
Aunque no se trata de una fuente de energía estrictamente novedosa, la piezoelectricidad empieza a ser cada vez más conocida se puede ir consolidando como una alternativa limpia y eficaz.
Aunque no se trata de una fuente de energía estrictamente novedosa –es una tecnología que se lleva investigando desde hace décadas-, la piezoelectricidad empieza a ser cada vez más conocida y, poco a poco, se puede ir consolidando como una alternativa limpia y muy eficaz en determinados ámbitos a las energías tradicionales.
Aprovechar las propiedades de los minerales
Algunos minerales tienen unas propiedades electromagnéticas gracias a las cuales se pueden crear campos eléctricos simplemente utilizando la fuerza de la presión o un movimiento mecánico. Esta es, en definitiva, la base de la piezoelectricidad, que aprovecha estas propiedades para producir un voltaje limpio y completamente inocuo.
Además, los cristales piezoeléctricos pueden incrustarse de forma sencilla en multitud de objetos cotidianos, lo que amplía notablemente sus usos y las posibilidades generales que pueden llegar a ofrecer.
Aplicaciones prácticas
Cada vez son más los países y las empresas que investigan todo tipo de desarrollos para aplicar estos sensores y sacarles el mayor partido posible. Así, por ejemplo, destaca el caso de un joven filipino que ha creado el prototipo de una plantilla para calzado que aprovecha la fuerza de la pisada para generar energía y alimentar dispositivos como tablets o teléfonos móviles.
En la misma línea, la empresa East Japan Railway, que gestiona el funcionamiento del metro nipón, ha instalado recientemente un tipo de pavimento especial que incorpora sensores piezoeléctricos en la zona de paso hacia los torniquetes y las puertas de entrada al metro. En apenas 25 metros cuadrados que ocupa se pueden llegar a generar unos 1.400 kW al día simplemente por la presión que ejercen las pisadas de los viajeros sobre esta superficie.
Otro ejemplo llega desde Israel, donde la empresa Innowatech realizó un proyecto piloto con el que buscaba aprovechar las vibraciones que generan los automóviles sobre las carreteras. Para ello, introdujo los sensores a unos tres centímetros por debajo de una autopista y los comunicó con unas baterías situadas en los márgenes que acumulaban la energía. El resultado final fue un gran éxito ya que, con los 2.000 kW que se llegaron a generar de media en cada tramo se podía llegar a iluminar la carretera de forma completamente sostenible.
Me ha surgido una idea para alumbrar la entrada a mi terreno u otras aplicaciones como instalar alguna luz LED en mi invernadero. Sería aplicar este sistema de la autopista, en el camino que pasa al lado mismo de mi terreno podría generar electricidad, aunque fuese en menor cantidad, aunque pienso que quizá la Administración no me permitiría colocar dichos sensores.