¿Cómo funciona la climatización solar?

La climatización solar consiste en crear determinadas condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire adecuadas para llevar la comodidad a los edificios de viviendas y edificios industriales o comerciales. Dentro de la climatización solar se puede distinguir la calefacción, también llamada climatización de invierno, o la refrigeración, también llamada climatización de verano. Con las muchas horas de sol y la baja humedad, se vuelve muy interesante utilizar la climatización solar.

La climatización solar puede hacerse con dos diferentes sistemas:

• Sin bomba de calor: es el más simple y con un menor coste energético. La temperatura del subsuelo varía mucho menos que la ambiental. El calor o el frío se puede extraer mediante un fluido bombeado.
• Con bomba de calor: su funcionamiento es muy similar al de un aire acondicionado que funciona tanto para frío como para calor. La diferencia es que para expulsar el calor a la parte exterior de la casa se utiliza el subsuelo como sumidero.

Entre las principales ventajas se encuentra el bajo consumo, la durabilidad y que es menos contaminante que otras climatizaciones. Entre sus principales inconvenientes está el elevado coste de la instalación y que se necesita más espacio.

Gracias a los avances, se ha conseguido utilizar la energía solar para producir frío, ya que las tecnologías diferencian entre los sistemas abiertos que deshumidifican y enfrían el aire y los sistemas de absorción y de adsorción. En las máquinas de absorción, el refrigerante se evapora a un nivel donde está bajo de presiones y temperaturas, transfiriendo el refrigerante y produciendo así el efecto de la climatización. En las máquinas de adsorción, el agua se adsorbe como refrigerante en un cuerpo sólido, el cual tiene una clara desventaja, y es que de momento es todavía una construcción grande y cara en comparación con otros procesos sencillos en los que no se utilizan este tipo de refrigerantes.