Comidas ecológicas: cómo utilizar una cocina solar
Artículo revisado por el Comité
Las cocinas solares han sido diseñadas para hervir o freír bajo el calor del Sol cualquier tipo de plato, convirtiéndose en aparatos ideados para aprovechar al máximo su radiación.
Las cocinas solares han sido diseñadas exclusivamente para hervir o freír bajo el calor del Sol cualquier tipo de plato suculento, convirtiéndose convenientemente en aparatos ideados para aprovechar al máximo su radiación. Utilizando esta excelente fuente de energía pueden elaborarse un sinfín de comidas, siempre y cuando se conozcan sus principales tecnicidades y se tenga en cuenta cómo debe procederse a la concentración de dicho combustible natural.
Estos innovadores artefactos, que permiten cocinar alimentos mediante el uso de la radiación solar, pueden encontrarse divididos en dos grandes grupos dentro del mercado de la energía sostenible. Por un lado, hallamos las cocinas solares de acumulación, que constituyen espacios aislados térmicamente en los cuales se produce el archiconocido efecto invernadero. Al capturarse y acumularse la energía solar, puede procederse a la cocción de cualquier alimento que se introduzca en su interior. El segundo gran grupo lo protagonizan las cocinas solares de concentración, que se caracterizan porque acumulan la fuente de calor en un único punto, sobre el que se colocan los alimentos para que éstos sean cocinados. Dentro de este conjunto aparecen las cocinas solares parabólicas, uno de los modelos más explotados en el movimiento de compra y venta de productos sostenibles destinados a aprovechar la energía solar.
Este aparato consta de tres partes bien diferenciadas: el concentrador parabólico, construido a través de material altamente reflexivo; la estructura de soporte, que aguanta todo el peso y permite que el concentrador parabólico gire y se reoriente en dirección al Sol; y el recipiente de cocción, que situado justo en el foco central de la parábola puede adquirir formas tan variadas como las ollas, las cazuelas o las sartenes.
Una de las principales características de este tipo de sistemas es que, al reflejarse los rayos del Sol en la parábola, dicha forma permite que en su rebote todos ellos coincidan en un mismo punto, bautizado como foco. Toda la energía solar se concentra sobre un mismo eje, que es precisamente donde debe colocarse el recipiente para garantizar así una correcta cocción de los alimentos. Este tipo de cocinas permiten guisar y hervir, así como tostar, freír o cocinar a la plancha o al vapor.
Horno solar. Foto: Yecoy Productos Ecológicos