Chimeneas solares: cómo aprovechar el calor para ventilar viviendas

Las chimeneas solares, que ya fueron utilizadas en siglos pasados por las civilizaciones provenientes de Oriente Medio, pueden constituir a día de hoy una herramienta imprescindible para disipar el calor y mantener la ventilación natural de cualquier tipo de vivienda o inmueble. Basta con instalar una torre vertical junto al paredón del edificio para mejorar de un solo trazo el flujo de corrientes que transcurren dentro del mismo.

Su actividad se rige principalmente por la implementación de una chimenea de eje vertical pintada de color negro. Dicha característica resulta imprescindible, puesto que debido a su tonalidad la estructura absorbe durante todo el día la mayor parte de la energía solar que fluye alrededor de la vivienda. Gracias a la atracción que experimenta el calor por los colores oscuros, la chimenea solar aumenta de temperatura, calentando al mismo tiempo el aire que se encuentra en su interior. De esta forma, se genera una corriente ascendente que dirige el calor hacia la parte superior de la torre y empuja al aire frío hacia la zona baja de este eje vertical. En la base de la chimenea es donde tiene lugar la succión, que consigue refrescar y dar ventilación al edificio extrayendo el aire caliente del interior hacia el exterior de la vivienda.

La situación o el emplazamiento final en el que se dispone la chimenea es fundamental para certificar una buena corriente de aire fresco dentro del inmueble. Del mismo modo, tanto el material como la pintura con la que ha sido fabricada la torre deben ser elegidos con adecuación, puesto que de ello dependerá la garantía del aislamiento de la energía solar. Esta estructura es ideal para aquellas zonas geográficas en las que el calor abunda mucho más que el frío, ya que puede ayudar a mantener la ventilación de la vivienda de un modo natural y sostenible.

Además, con el fin de aprovechar al máximo la rentabilidad proveniente de la energía solar, pueden incorporarse colectores solares en la cima de la chimenea, que también acumularán calor durante todo el día y permitirán que éste sea empleado en otros ámbitos domésticos.