Energía solar termoeléctrica: una energía de futuro
Artículo revisado por el Comité
La energía termosolar, también denominada energía solar termoeléctrica, es aquella completamente limpia que genera electricidad a partir del calor recibido directamente del sol.
Para que el calor del sol pueda llegar a convertirse en electricidad es necesario recibirlo y transformarlo con la tecnología adecuada, es decir, a través de plantas termosolares. Su funcionamiento es muy parecido al de las centrales térmicas y el procedimiento que siguen es, en resumen, el siguiente:
- Los rayos solares inciden en los receptores, que suelen ser espejos diseñados especialmente para concentrar el calor y alcanzar temperaturas de hasta 1.000 grados centígrados.
- Este calor calienta un fluido específico que genera un vapor gracias al cual se mueve un sistema de turbinas que es el que, finalmente, produce la electricidad.
Actualmente existen diferentes tipos de plantas termoeléctricas cuya principal diferencia se encuentra en el dispositivo que emplean para conseguir concentrar los rayos solares. Mientras que unas utilizan conjuntos de espejos orientables que miran hacia un receptor central situado en una torre, otras apuestan por un gran espejo con forma de disco parabólico o bien varios espejos cilíndricos por los que discurre una tubería que concentra los rayos.
Una vez demostrada su viabilidad y rentabilidad a medio y largo plazo, sigue siendo necesario el trabajo exhaustivo de todo tipo de grupos de profesionales para poder superar los retos que van surgiendo y que se orientan, principalmente, a superar los inconvenientes actuales:
- Cómo se puede almacenar la energía: No resulta fácil mantener el calor de las instalaciones cuando el sol se oculta, y sin calor no se puede mantener en funcionamiento la instalación. Sin embargo, ya existen ambiciosos proyectos gracias a los cuales se está consiguiendo almacenar parte de la energía que se obtiene durante el día para producir electricidad también por la noche.
- Cómo conseguir que la energía llegue a las zonas con menor irradiación solar.
- Reducir el coste de los materiales que se requieren para poner en marcha una planta solar termoeléctrica: Este es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los expertos y en los que se investiga constantemente, ya que la elevada inversión inicial que requieren estas centrales supone uno de los mayores hándicaps de su desarrollo.