Ventanas artificiales que recrean cielos soleados

El sol es, y ha sido siempre, la principal fuente de luz y calor natural que tiene el ser humano. Por ello, es importante saber aprovechar sus beneficios, sobre todo ahora que se está haciendo tanto hincapié en la necesidad de respetar el medio ambiente y crear estructuras que sean completamente sostenibles en todos los ámbitos.

Tomando esta idea como base, se ha fabricado una ventana artificial que es capaz de iluminar espacios interiores como si en el exterior hubiera un cielo despejado. Y, para conseguirlo, el sistema CoeLux –nombre que se le ha dado al proyecto mezclando las palabras latinas “cielo” y “luz”- emplea LEDs de bajo consumo que provocan un efecto similar al que crean los propios rayos de sol cuando penetran por cualquier ventana tradicional.

El secreto está en los paneles que conforman la ventana, compuestos por nanopartículas que difuminan la luz amarilla emitida por el potente foco que incorporan. Al mezclarse con el resto de colores se obtiene el efecto de los rayos solares cuando atraviesan las partículas presentes en la atmósfera.

Beneficios psicológicos

El origen de este sistema –que ha sido financiado por la Comisión Europea dentro del VII Programa Marco- partió del ámbito médico ya que, según han demostrado varios estudios, la exposición a la luz del sol mejora los niveles de serotonina –también conocida como “hormona de la felicidad”- y mejora el bienestar general.

Tal y como ha indicado el responsable del proyecto, el físico de la Universidad de Como (Italia) Paolo Di Trapani, CoeLux podría resultar muy beneficioso en aquellos pacientes que permanecen ingresados durante largos periodos de tiempo y privados de la luz solar debido al tipo de tratamiento que reciben.

Incluso ha especificado que, según las pruebas realizadas hasta el momento, “la personas claustrofóbicas se sienten felices y relajadas cuando están expuestas a esta tecnología”. Aunque, por otra parte, también ha explicado que aún deben realizarse más experimentos y que, de momento, los efectos son psicológicos pero no fisiológicos.