Energía eólica

La energía eólica es la energía que se obtiene del viento, que se obtiene gracias al efecto que producen las corrientes de aire y que se transforma en otras formas útiles para cualquier actividad. Se utiliza principalmente para producir energía eléctrica mediante la utilización de aerogeneradores, que son generadores eléctricos movidos por una turbina que se acciona con el viento. Los generadores pueden ser de diferentes tipos en función de su potencia o la disposición de su eje de rotación.

La energía eólica es un recurso renovable, abundante, limpio y que ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero al reemplazar termoeléctricas a base de combustibles fósiles, lo que la convierte también en un tipo de energía verde. El viento se genera a causa del calentamiento de la superficie terrestre a causa de la radiación solar. Más o menos entre el 1 y el 2% de la energía que proviene del sol se convierte en viento. Para aprovechar la energía eólica es muy importante conocer las variaciones tanto diurnas como nocturnas y estacionales del viento, la variación de la velocidad del mismo con la altura o la entidad de las ráfagas en espacios de tiempo breves.

La energía del viento se utiliza mediante el uso de máquinas eólicas que son capaces de transformar la energía eólica en energía mecánica utilizable, ya sea para accionar las máquinas operatrices o para producir energía eléctrica. Con los aerogeneradores la energía mueve una hélice que hace girar el rotor de un generador, que es lo que consigue producir la energía eléctrica. Suelen agruparse en los llamados parques eólicos para que resulte rentable su instalación. Este tipo de energía comenzó a utilizarse en 1979 con unas pequeñas turbinas con capacidades de 20 a 30 kw. Actualmente, el tamaño de las turbinas ha crecido enormemente y su producción se realiza en muchos países de todo el mundo.

Foto: Renovables del Sur