Farolas solares: iluminar por la noche gracias a la luz del día
Artículo revisado por el Comité
Cada vez es más frecuente encontrar farolas solares en espacios privados y públicos gracias a su accesibilidad, cada vez mayor, y al ahorro energético y económico que favorecen.
Estos sencillos dispositivos funcionan como si fueran pequeñas centrales fotovoltaicas independientes –no es necesario que formen parte de la red eléctrica tradicional-: durante el día captan la energía del sol a través del panel que presentan y la almacenan en la batería que incorporan para poder encender las bombillas por la noche.
Tomando como base esta idea, cabe la posibilidad de adaptar los modelos a las condiciones de los espacios en los que se ubiquen. Así, por ejemplo, algunos incorporan paneles móviles orientables, otros los presentan con diferentes ubicaciones con respecto al a la luminaria y, sobre todo, una gran mayoría presenta diferentes elementos de control para regular su encendido y apagado y optimizar completamente su uso.
Para que realmente permitan alcanzar la mayor eficiencia, y dado que no dependen de energías auxiliares, sólo es necesario tener en cuenta algunas premisas para situarlas en un espacio favorable:
- Hay que buscar un lugar despejado en el que se pueda garantizar la incidencia directa del sol el mayor número de horas posible. También hay que asegurarse que los posibles objetos que la rodeen –edificios, otras farolas, etc.- no proyecten su sombra hacia la farola y eviten que capte los rayos solares.
- No se deben instalar en zonas en las que se alcancen temperaturas excesivamente bajas. En esos casos podría congelarse el fluido de las baterías y afectar al correcto funcionamiento de la farola.
- El suelo en el que se fije debe ofrecer una buena cimentación para conseguir que la instalación se mantenga completamente erguida, aún cuando las condiciones climatológicas puedan ser adversas –vientos, precipitaciones, etc.-
Me parece buenisimo e importante para el medio ambiente