El Certificado Energético confirma la baja sostenibilidad de las viviendas
Artículo revisado por el Comité
La entrada en vigor del Certificado de Eficiencia Energética el pasado mes de junio ha puesto de manifiesto que la mayoría de las viviendas españolas son poco sostenibles.
La entrada en vigor del Certificado de Eficiencia Energética el pasado mes de junio ha puesto de manifiesto lo que muchos expertos preocupados por el medio ambiente llevan años afirmando: la gran mayoría de las viviendas construidas durante décadas en España son muy poco sostenibles desde el punto de vista energético.
La etiqueta, que sólo puede ser expedida por profesionales debidamente acreditados para ello, clasifica a los inmuebles otorgando la letra A a los que disponen de todas las medidas necesarias para conseguir el mayor ahorro energético y la letra G a los que son menos sostenibles. Es decir, se trata de un sistema muy similar al que califica la eficiencia energética de los electrodomésticos.
La plataforma de internet Certicalia, encargada de poner en contacto a particulares y técnicos para la expedición del Certificado, ha comprobado que, hasta el momento, un 85% de las viviendas y locales han obtenido una calificación entre E y G y que ni siquiera llega al 3% las que poseen las letras A, B, o C.
No obstante, y según especifican, los inmuebles que se están certificando se edificaron antes de 2007, año en el que entró en vigor el Código Técnico de la Edificación -que obliga a la inclusión de una serie de requisitos que favorecen el ahorro de energía-.
Y, si bien ratifican desde este portal que la letra E no es una calificación tan baja como podría parecer, lo ideal sería que la media se situara en las letras C o D para poder aproximarse al nivel de sostenibilidad y ahorro que posee el tejido urbano de otros países europeos.
Sin embargo, el Certificado es obligatorio en el caso de querer vender o alquilar una vivienda, pero no si no se quiere realizar ninguna de estas acciones. Además, los propietarios no están obligados a realizar ninguna de las reformas que el informe técnico adjunta como recomendables para mejorar la eficiencia. Es por ello que muchos especialistas en ahorro energético consideran que aún queda mucho camino por recorrer, especialmente en el ámbito de la concienciación ecológica.