¿Cómo funcionan las cooperativas de energía verde?
Artículo revisado por el Comité
En los últimos meses ha aumentado el volumen de usuarios interesados en el empleo de energía verde. ¿Quieres saber cómo funcionan las cooperativas que se encargan de su distribución?
La preocupación por el medioambiente y el futuro de la energía ha determinado que cada vez sean más las empresas que apuestan por las energías renovables como modelo alternativo de consumo sostenible. Y es aquí donde tienen cabida las cooperativas de energía verde.
Aunque tradicionalmente asociamos la energía verde al ahorro, es más su condición de energía limpia lo que ha contribuido al aumento de este tipo de productores. Sobre todo, en momentos como los actuales, cuando las facturas de la luz ascienden a máximos históricos.
Pero vayamos por partes.
¿Qué es la energía verde?
La energía verde es aquella energía renovable producida con garantías de origen. Las garantías de origen las concede la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en función de los KWh que han producido las empresas de energías renovables. De este modo, se identifican que la energía que produce es 100 % verde.
Las cooperativas de energía verde son aquellas sociedades que, previa aportación de todos sus socios, producen y comercializan energía verde.
Por tanto, las cooperativas de energía verde constituyen una alternativa ecológica, responsable y sostenible a la electricidad tradicional por medio de la producción de energía procedente del sol y el viento, pero también del biogás (gas generado de manera natural o como consecuencia de la quema de materia de origen orgánica) o la biomasa (energía procedente de materia de origen animal o vegetal), por ejemplo.
¿Cómo funcionan estas cooperativas?
Las cooperativas de energía verde compran energía eléctrica renovable en el mercado, bien a productores de energía renovables, bien a plantas de cogeneración de alta eficiencia. Esta energía la pone a disposición de sus socios, que son los que la consumen. Dicha energía procede de productores que cuentan con sus correspondientes certificados de garantías de origen, lo que permite asegurar que dicha energía es completamente renovable y, por tanto, ecológica.
Para que sus socios puedan hacer uso de esa energía verde, las cooperativas emplean el sistema eléctrico habitual por el que tienen que pagar un canon, peaje o precio en concepto de uso.
A tenor de todo esto queda claro que no es tanto el ahorro económico en el precio de la factura sino el ahorro energético y el consumo sostenible que conlleva el uso de energías renovables lo que está detrás del incremento de socios de estas cooperativas. Y ello a pesar de los obstáculos que les ponen desde el Gobierno, como la aprobación del real decreto de 2014 o la aprobación del impuesto al sol (Real Decreto de Autoconsumo) aprobado un año más tarde.Los usuarios no notan mucha variación en el precio de su factura, pero sí sienten la tranquilidad de estar consumiendo electricidad ecológica, verde. Por medio de cooperativas como Goiener o SomEnergia los ciudadanos comprometidos con el medioambiente pueden disponer de energía eléctrica verde en su domicilio, colaborando, de este modo, a la creación de una conciencia social y colaborativa basada en un uso responsable, limpio y sostenible de la energía